José Luis: la primavera de 2012 fue una época de incertidumbre. Muchas dudas y problemas, planes de cambios personales y profesionales muy radicales... Que finalmente se quedaron en nada.
Los fracasos, muchos problemas en el trabajo y una sensación de estar atascado acabaron en uno de los cumpleaños más tristes de mi vida, en mayo... O mejor dicho, que habría sido uno de los más tristes si no fuera porque alguien vino al rescate, alguien que poco a poco se había ido convirtiendo en una amiga cada vez más importante: Pau.
Un mensaje pidiendo ayuda, y al momento vino al rescate con una propuesta: una pequeña actuación de teatro improvisado en el bar La Cotxera. Conseguí reírme, olvidarme por un momento de todo y empezar a mirar las cosas de otra manera.
Pau: Yo por el contrario estaba en un momento de "floración". Por fin el sol volvía a estar en su sitio y las cosas y amistades iban bien. Además, como es costumbre en mi, cuando los días se alargan la necesidad de hacer mil cosas me invade. Y por fin encontraba a un amigo que siempre contestaba a mis propuestas: "Venga"
Y aquí empezó todo a ponerse en marcha. Mensajes por aquí, mensajes por allá...
Un día una cena, otro día otra cena... Por cierto, aquí tenéis dos recetas de esas cenas que tuvieron bastante éxito, por si queréis probar:
(¿Por qué será que siempre acabamos hablando de comida? Sí sí, me intentó conquistar por el estómago).
Y otro día una película, otro día un desayuno, un documental del Katrina (como buenos frikis de Treme que somos)... Y al final uno de esos hechos fortuitos que lo cambian todo. Ya en julio, por un cambio de planes inesperado, Pau tuvo un fin de semana libre... y nos lanzamos y nos fuimos a pasar el fin de semana en Llançà.
Ese
fin de semana tenía que asistir a un taller de Scrapbooking en Sabadell por la
mañana, y por la tarde irme con mis primas a la playa. Pero no surgió,
así que José Luis enseguida me propuso escaparnos nosotros. ¡Qué
atrevido! Me recogió despues del taller y AP-7 arriba.
Puesta de sol, cenita, caminata nocturna (no por romanticismo, ¡sino por cabezones los dos!) (algo que se ha convertido en nuestra especialidad, dar mil vueltas hasta encontrar el camino correcto)... y hasta aquí podemos leer...
Y así comenzó nuestra vida juntos.
Llegamos a Barcelona, me dejó en la Torre Rosa donde había quedado con Tere y Vane y nos despedimos. Con un ¡Hasta luego!
Nervios, intriga y dolor de barriga.
